COMUNICADO DE PRENSA
Consejo Nacional de Pastoral Social
"Charitas Christi Urget Nos"
La Caridad de Cristo nos urge a actuar con valor y sin demora ante los grandes problemas de injusticia (cfr. CinV No. 20)
En la región de Centro América y Panamá se conmemora en el mes de Septiembre el Mes del Migrante, tiempo de Gracia en donde la Iglesia Católica hace un llamado a los gobiernos y sociedades de los distintos Estados a reflexionar acerca del drama que viven miles de seres humanos a causa de distintas formas de migración.
Es una oportunidad para recordar a las autoridades y a todos los ciudadanos de nuestros países:
- La necesidad de crear e impulsar polìticas de Estado necesarias para generar condiciones económicas, políticas y sociales que ofrezcan a sus nacionales oportunidades de encontrar empleo y mantener a sus familias, reconociendo el derecho a no migrar que tiene todo ser humano.
- Que mientras se crean estas condiciones, se reconozca el derecho de toda persona a buscar, incluso a través de la migración, mejores condiciones de vida.
- Que el derecho de toda nación soberana para controlar sus fronteras no se contrapone al deber de reconocer y respetar los derechos humanos que asisten a toda persona migrante. Migrar no es un delito.
- Que las personas que entran a un país sin la adecuada autorización o que excedan el periodo de tiempo permitido por sus visas, deben ser tratadas con respeto y dignidad. No deberían ser detenidas bajo condiciones deplorables, por largos períodos de tiempo o ser maltratados de alguna manera. La dignidad de todo ser humano es inviolable.
A nosotros mismos, pueblo de Dios que peregrina en Panamá, esta ocasión nos anima también a recordar que como Iglesia, lugar de comunión y enviada en misión, la migración es un desafío al que todo cristiano y cristiana debe responder, más allá de la buena voluntad y del carisma personal.
Nadie es extraño en el corazón de la Iglesia: donde quiera que haya verdaderos cristianos y cristianas, los y las migrantes se sentirán como en su propia tierra, que les provee de medios de subsistencia, acogida, afecto y satisfacciones, parte de la familia humana, pueblo escogido de Dios.
En Panamá, la sección de Pastoral de Movilidad Humana, del Consejo Nacional de Pastoral Social, de la Conferencia Episcopal Panameña, continuará pidiendo al Señor de la Vida y de toda la tierra, que mueva los corazones de todas aquellas personas que aún no reconocen en Dios un Padre común, razón por la cual no han descubierto la fraternidad entre todos los seres humanos, y a través de ella la tolerancia y la misericordia.
A todos los y las agentes de pastoral social que trabajan por promover la justicia, la solidaridad y la paz, especialmente a quienes atienden a personas en situación de migración o refugio, extendemos un cordial saludo como advenimiento del Reino de Dios, entendido no como un lugar hacia el cual nos dirigimos, sino como todo lugar en donde Dios reina verdaderamente, viviendo la promesa del Reino aquí y ahora.
Finalmente, saludamos a todas las personas en situación de refugio y migración en Panamá y les invitamos a transformar su experiencia migratoria, no sólo en ocasión de crecimiento de vida cristiana, sino también de nueva evangelización y de misión, aportando con sus conocimientos y su trabajo al crecimiento del país y de la Iglesia.
Dado en la ciudad de Panamá el 01 de Septiembre de 2012.